Gestionar una pequeña o mediana empresa (PYME) implica enfrentarse a múltiples desafíos diarios, desde la gestión financiera hasta la atención al cliente. En este panorama, la protección de los activos y el futuro del negocio a menudo puede pasar a un segundo plano, dejando a la empresa expuesta a imprevistos que podrían poner en jaque su supervivencia. Contar con un seguro para PYME robusto y adecuado no es un gasto, sino una inversión estratégica en la continuidad del negocio. Sin embargo, muchas empresas cometen errores críticos al momento de elegir y gestionar sus pólizas. Este artículo explora esos fallos comunes y ofrece consejos prácticos para evitarlos:
1. Subestimar los riesgos reales
- El error: uno de los fallos más graves es pensar “eso no me va a pasar a mí”. Muchos propietarios de PYMES creen que por ser pequeñas son menos susceptibles a sufrir un incendio, una demanda o un ciberataque. Esta subestimación lleva a, no contratar un seguro o a hacerlo con coberturas insuficientes.
- Cómo evitarlo: realice una evaluación de riesgos formal. Identifique todos los escenarios potenciales que podrían afectar a su empresa: daños a la propiedad, responsabilidad civil por lesiones a terceros, interrupción del negocio, fraudes cibernéticos o la pérdida de un cliente clave. Con esta evaluación en mano, podrá buscar un seguro que cubra estas vulnerabilidades de forma realista.
2. Elegir solo por el precio
- El error: optar por la póliza más barata disponible es una tentación comprensible, especialmente con presupuestos ajustados. No obstante, una prima baja suele ser sinónimo de coberturas limitadas, exclusiones amplias y deducibles altos, lo que significa que, en caso de siniestro, el seguro podría no responder como usted espera.
- Cómo evitarlo: compare el valor, no solo el precio. Analice detenidamente qué incluye y, más importante, qué excluye cada póliza. Pregunte sobre los límites de cobertura y los deducibles. Un seguro para PYME de calidad ofrece un equilibrio entre un costo razonable y una protección amplia, dándole tranquilidad verdadera.
3. No leer la letra pequeña (exclusiones y límites)
- El error: firmar la póliza sin leer y comprender los detalles técnicos es un salto al vacío. Términos como “exclusiones” y “condiciones previas” determinan el alcance real de la protección. Muchos se llevan una desagradable sorpresa al descubrir que su seguro no cubre daños por inundación o que la indemnización por lucro cesante tiene un tope muy bajo.
- Cómo evitarlo: tómese el tiempo para leer toda la documentación. Si hay algo que no entiende, pregunte a su corredor de seguros hasta aclarar todas sus dudas. Asegúrese de que las coberturas críticas para su sector estén explícitamente incluidas y de que comprende las condiciones para hacer efectivo el pago de una reclamación.
4. No actualizar la póliza regularmente
- El error: las empresas son entidades dinámicas: crecen, adquieren nuevo equipo, lanzan productos o servicios nuevos, y aumentan su facturación. Es importante actualizar su póliza para que refleje los cambios; de lo contrario, no estará vigente. Esto puede resultar en una infra-seguro (no tener suficiente cobertura) o en que siniestros relacionados con nuevas actividades no estén cubiertos.
- Cómo evitarlo: programe una revisión anual de su seguro con su asesor. Informe de cualquier cambio significativo en su negocio, como una ampliación de las instalaciones, una gran compra de maquinaria, un aumento en el volumen de ventas o la entrada en nuevos mercados. Mantener su póliza al día es crucial para una protección continua.
5. Ignorar la responsabilidad civil y los ciberriesgos
- El error: centrarse solo en los daños físicos a los bienes propios es un error moderno. En la economía actual, dos de los riesgos más relevantes para cualquier empresa son la responsabilidad civil (por ejemplo, si un cliente se lesiona en su local) y los ciberataques (pérdida de datos, ransomware). Ignorar estas áreas puede llevar a pérdidas financieras, catastróficas y daños irreparables a la reputación.
- Cómo evitarlo: exija coberturas específicas. Asegúrese de que su póliza incluya una Responsabilidad Civil general robusta y, si maneja datos de clientes o realiza operaciones en línea, considere seriamente un seguro de Ciberriesgo que cubra los costos de recuperación de datos, multas regulatorias y gestión de crisis.
Más allá del seguro básico: explorando otras protecciones especializadas
Un seguro para PYME integral es el núcleo de la protección, pero las necesidades pueden ser más complejas. Para riesgos operativos aún más específicos, existen productos especializados como los seguros todo riesgo para empresas. Este tipo de pólizas ofrecen una cobertura mucho más amplia y flexible que las pólizas nominales, protegiendo contra “todo riesgo” excepto aquellos que estén explícitamente excluidos en el contrato. Son ideales para empresas con activos valiosos o exposiciones de riesgo únicas, ya que pueden adaptarse para cubrir desde maquinaria crítica hasta proyectos de construcción específicos, proporcionando un manto de seguridad mucho más completo para las operaciones centrales del negocio.
La protección como ventaja competitiva
Evitar estos errores comunes transforma el seguro de un simple requisito en una potente herramienta de gestión de riesgos. Un seguro para PYME bien elegido y gestionado protege el patrimonio, asegura la continuidad operativa y demuestra una gestión profesional y previsora. Invierta tiempo en elegir a la aseguradora correcta, en comprender su póliza y en mantenerla actualizada. Al hacerlo, no solo estará comprando un documento; estará construyendo un pilar fundamental para la resiliencia y el éxito a largo plazo de su empresa.